¿Es posible cambiar hábitos poco saludables por otros mejores?

 

Como ya se sabe, la industria alimentaria suele añadir azúcar como ingrediente en muchos, muchos alimentos. Esto provoca que el paladar se acostumbre a sabores muy dulces y rechace algunos productos ya que no presentan ese dulzor.

En consulta tenemos un dicho: “hay que acostumbrar al paladar al sabor real de los alimentos”. Algunos ejemplos de alimentos que suelen “tunearse” de tal forma que no se degusta el sabor original del alimento es la leche, el café, los yogures, etc.

Pero ojo, no se puede pasar de un extremo a otro. Es decir, dar un cambio demasiado brusco puede ser contraproducente en algunas ocasiones, ya que puede provocar el abandono de ese nuevo hábito saludable al ser algo muy duro para el paciente.

Por ello, en muchas ocasiones es recomendable poner un objetivo final complicado, y en el camino algunos objetivos intermedios más fácilmente alcanzables.

Lo ideal es marca un objetivo final ambicioso y objetivos intermedios alcanzables.

Por ejemplo, en la infografía que se adjunta se propone el sustituir un mal alimento como es el batido de chocolate hiperazucarado (hábito poco recomendable), por un vaso de leche desnatada sin ningún añadido (objetivo final = hábito saludable).

Como se puede observar, previamente se plantean 2 objetivos intermedios, de tal forma que la evolución sea menos complicada. Además, como nota importante, es destacable que las opciones 2-3-4, es decir las que tienen un vaso de leche, presentan 10g de azúcar naturalmente presente en la leche, por lo que tienen 7-0-0g de azúcar añadido (el malo) respectivamente. Otro ejemplo de evolución poco a poco podría ser:

  1. Yogur líquido azucarado sabor fruta.
  2. Yogur desnatado edulcorado sabor fruta.
  3. Yogur natural y fruta.
  4. Yogur natural.

Y tú, ¿tienes algún alimento que desees cambiar por otra opción más saludable? ¿Qué pasos vas a seguir?

Recuerda que cada paso hacia adelante es importante: ¡todo ladrillo hace pared!